Perdida con una brújula en la mano
me despierto y busco al sol para seguirlo,
me extingo por las noches
y durante el día vivo en un acomodamiento
que me absorve y me opaca,
sin brillo camino y son pocas veces
las que hacen que mis labios se extiendan en una sonrisa
y que mis perlas aparezcan
a la vista de todos.
Me averguenzo de la redondez de mi cuerpo,
y camino casi con tristeza,
como si un peso me estuviera matando lentamente,
y parece que tuviera que pasar
por una metamorfosis que me deja molida
y que me agota.
Soy tierra de otras chacras,
soy agua de otro mar,
brisa de otra playa
fuego de otra hoguera,
me encuentro en el centro de la nada,
ni soy dueña de la ingenuidad
ni amante de la sabiduría..
estoy en el medio,
en un equilibrio que jamás creí conocer.
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