jueves, 5 de junio de 2008

DE COMO EL INSOMNIO LLEGO A MI...


Llevo algunas noches a mi haber sin cerrar los párpados del todo,

porque las tormentas asotaron mis playas,

una noche había abierto mis ojos para probar un poco del aire salado

y un escalofrío recorrió mi espalda,

entonces lo supe:


Esa noche las mareas enfurecidas vendrían por mi y me asotarían sin darme respiro.

Para entonces había apagado la fogata, y no me percaté de la ola que estaba por ahogarme,

cuando llegó, fue tarde.


Una enorme montaña de agua me tragó y casi me desmembra,

sentía su poder sobre mi cuerpo y la turbulencia me sacudía,

en ese momento mi amigo el mar no me reconocía,

estaba poseído, como en un trance letal.


Luego de absorverme me escupió,

quedé moribunda, sin fuerza,

sentía que me había bañado en lágrimas.


Creo que mientras estaba en la ola podía ver a las estrellas de mar a mi alrededor

y los erizos se me pegaban a la piel inyectándome veneno,

y entonces lo sentí,

un minúsculo pez verde agua se introdujo en mi ojo derecho para tomarme como habitante.


Cuando me desperté creí que quizás se había marchado,

durante las horas que el sol me acompañaba y lo secaba todo, no sentía su presencia,

hasta que por las noches empezaba a despertar y nadaba en mi iris plácidamente.


Todavía si la gente se acerca y me mira a los ojos lo ven nadar,

minúsculo verde agua como es,

mientras me quita el sueño.

1 comentario:

Unknown dijo...

aunque en la práctica a veces no sea cierto, estoy siempre en tus desvelos... aunque sea dentro de los sueños!

LO CIERTO ES QUE SOY MUY TORPE CUANDO ME PONGO NERVIOSA (Mi segunda vez en México)

Estar solo y acompañado a la vez, tomar un avión hacia algún lugar que creíste conocido es una ilusión... nada es lo que fue, así haya...