"Te diré: Soy tan feliz
cuando estoy cerca de ti,
que no me acostumbro
si no escucho el verde de tu voz.
Ya lo ves,
nada es igual,
todo es frío si no estás." ( Juan L. Guerra)
Mis labios se acercan,
esperando que tu boca se comporte como una flor carnívora
e intente tragarme dulcemente,
y espero sigilosa
que aquella delgada capa gélida que nos ha cubierto por tres semanas
empiece naturalmente a desyelarse.
El infierno y la pesadilla no son tolerables
en nuestro pequeño mundo de dos esferitas blancas
que nos hacen cantar :)
de juegos mínimos "fundamentales"
de conversaciones cotidianas
y de risas infantiles.
Esto de vivir juntos,
esto de ser uno siendo dos,
es misteriosamente cíclico,
nos acercamos pero es un desastre
cuando decidimos estar lejos.
Por eso ahora,
luego de esperar con el hielo hecho agua,
vuelvo a percibir el calor que emana de ti
y de tu extraño corazón
y a las palomas blancas
las veo desde mi ventana
vueltas a posarse sobre mi balcón.
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