
Ha vuelto Afrodita,
se ha metido nuevamente dentro de mi,
se ha mezclado conmio de manera natural
yo que lloraba por su muerte,
está conmigo siempre,
cuando mi cuerpo baila al son de los tambores,
cuando camino con paso firme
sin temer lo que encuentre
ella no me abandona
he entendido sus ciclos misteriosos,
se marcha cuando debe hacerlo,
se escapa de mi porque ambas
necesitamos espacio.
Pero cuando no la pienso,
cuando me olvido de ella,
empieza a dar señales de vida,
muestras de su presencia
y escucho sus pasos acercándose
felinamente hacia mi.
Afrodita sale cuando mi mirada lo quiere,
cuando mis manos lo desean,
cuando los hueso de mi pélvis
se mueven como si tuvieran vida propia,
se mueven solos y me hacen bailar estrepitosamente.
Ella está cuando me descubre a mi misma llena de deseo,
cuando reconozco lo profundo de mis ojos,
lo fuerte de mis piernas,
lo ágil de mis pies,
lo dulce de mis brazos.
AFRODITA ESTÁ JUSTO DONDE ESTOY!!!
2 comentarios:
"...escucho sus pasos acercándose
felinamente hacia mi..."
ESA es una imagen que podría perseguirme toda la vida. mientras viva tratando de huir de alguna afrodita encarnada.
Sugerente pero claro, son dos conceptos que no pensé unir nunca al comentar un poema.. para que veas que hay excepciones a las reglas... la manera de describir la posesión de tu cuerpo por un deseo inplacable es sencillamente atrapante...
Un abrazo, desde la orilla de mis cuentos
por cierto, has sido linkeada, aunque sin tu permiso
Publicar un comentario