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Todavía llevo conmigo a la niña que es capaz de levantar la voz cuando debe conservar su territorio, todavía puedo decir: "lo que venga para mi será por mi esfuerzo y no porque necesite de argollas"... "lo que venga será mi cosecha, fruto de mi semilla"... pero es natural que los padres nos traten como si tuvieramos 3 años por siempre, NECESITAN SER NECESARIOS, saber que sus polluelos están a salvo y que nada atravesará la gruesa capa de plumas con que nos protegen, aun sigue provocándome ternura el como me ve mi padre definitivamente, pero en el momento que siento que mi vida es justamente eso, MIA en ese preciso instante, mis garras aparecen, mis colmillos se muestran afilados y ya no soy más la loba solitaria que le aulla a todo lo grande, en ese momento me preparo para marcar territorio y para decir bien plantada GRACIAS PERO NO GRACIAS.
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