En mi vida he tenido que mantenerme fuerte, me he tenido que defender con garras y dientes y he tenido que cercar mi corazón, para que no pierda la ternura.
Solía decir antes, que era el maracuyá que creció entre los espinos, pasional, visceral, amante de la vida.
Fueron duras las batallas que tuve que lidiar conforme iba creciendo.
He mantenido mis decisiones, he amado y me he entregado, aunque eso haya implicado, que una tribu entera me cerrara sus puertas y me excluyese, pero no me arrepiento, de esa experiencia me ha quedado la estructura del amor adulto que ahora tengo.
He tenido que decir HASTA AQUÍ! Cuando me ha parecido injusto que se juzgue a otros por lo que tienen o no. Porque yo no soy así, aunque por esto me han exiliado y esos periodos de distancia, me enseñaron a valerme por mi misma y a hacer respetar mis decisiones y mis principios.
He conocido la amistad muchas veces, pero también me han herido poderosamente los espejismos.
Este ciclo tan nuevo y tan viejo a la vez, me ha hecho enfrentarme a misma y he podido entender, que no puedo seguir manteniéndome “cuerda, serena, centrada e inmóvil”, que debo reventar un poco y dejar que el corazón sangre, porque una espina llegó a penetrar la coraza.
Hay que aceptarlo, me han lastimado!
Sabiendo cuán difícil era, intenté construir un puente con ellas, les dije lo duro que era para mi hablar y dejarme conocer, les dije : “no me lastimen, que tengo miedo”
Pero aún así….. Pasó.
Y es así en la vida hay que correr riesgos y yo intenté con paciencia, tolerancia y con el amor que me sobra en el pecho, quedarme, ofrecí lo que siempre…. TODO, pero es difícil que otros puedan verlo.
Lo acepto, he aprendido esta vez que hay personas que realmente, usan y abusan de las palabras porque las vuelven huecas, con sus actos o la falta de ellos.
Que no se puede seguir dando amor, a la gente que no ha aprendido a recibirlo, que no vale la pena el desgaste, no es nuevo este aprendizaje, pero duele, porque para mi el amor es…
Ayudar, estar, ser justo, ser franco , guiar con las pocas o muchas luces que tengas y aceptar.
Pero NO aceptar: el irrespeto y la falta de coherencia.
Y así es como esta vez, este riesgo que corrí, me deja una tristeza que ahora que se ha expresado y se me escapa por los ojos, por los labios y en palabras, pasará de a poco y sanaré.
Y como siempre me ha quedado EL CORAZÓN MÁS GRANDE! Por eso muchas gracias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario