Cuando yo era una enana... me perdía entre campos amarillos, buscando flores secas "forasteras" para llenarme el cuello de campo.
Teniendo el tamaño de un nomo mi mundo era enorme, mi cabeza estaba llena de colores, con los que pintaba mi realidad.
Mis 3 hermanos eran TODO, con ellos abordábamos trenes hechos de sillas de comedor, que yo conducía hacia un bosque de 2 dimensiones en la casa de mis abuelos, nadaba en una sábana azúl que era mi propio océano.
Tenía el corazón de león, que me hacía valiente, extraña, sincera... por tanto cuestionable, yo nací con una gorra que decía "CAPITANA".
Siendo apenas un microbito, tenía un espacio en La Esperanza que compartía con otros pequeños cómplices con quienes sumábamos aventuras.
Al crecer y espigarme me perdí, nadie sabe bien a donde apunta la brújula, cuando lo atacan las hormonas.
Hubo un tiempo en que fui mala, temible, fría, implacable, me olvide del sabor salado de mis lágrimas, me alejé de todos, de quien más sentí la distancia fue de mi misma, las cosas tenían cara de gente, los gemidos eran mi alimento, huir mi motor para sentirme viva.
Luego que el tiempo ha caminado a mi lado con su larga barba, riéndose conmigo y de mi, me veo frente al espejo, dicen que no he cambiado desde niña, tienen razón.. somos lo que siempre fuimos, todos podemos perdernos y exiliarnos por momentos, borrarnos y redibujarnos, ser bandidos, andar armados con metrallas y plumas, con dagas y besos, pero cuando todo se decanta, te sientas como narciso frenta a tu propio reflejo en el lago y te reconoces, con lo mismo que tenías en tu bolsillo al comenzar el camino a tus 4 años... SOMOS LO QUE FUIMOS....AHORA A DISFRUTARLO!!
1 comentario:
Hermoso... no es tan fácil volver a uno mismo, hay una extraña complejidad en ser fiel con lo q se es. Defender tu ideología, buena o mala pero tuya! Eso se llama ser auténtico, y eso mi mujer alada te hace única <3
Publicar un comentario