La velocidad nos borra la memoria,
nos silencia la inconsciencia
nos vuelve mecánicos.
Sólo cuando el ritmo baja,
cuando vuelves a tener espacios
donde los granos de arena caen haciendo eco,
te das cuenta de quien eres!
Tan “adulto”, tan “responsable”, tan “bien portado”
que te cansas…
La cabeza te da vueltas
por tener que hacer
el cuerpo empieza a entumecerse,
el alma se encoge.
Te intoxicas, te quiebras, lloras sin saber porque. ..
buscas “razones-razonables”,
para justificar la pena,
y sólo cuando todo se calla… te ves
Estás ahí,
lleno de trapos, lleno de chucherías,
lleno de ritos inútiles,
cubriéndote de moho,
pagando deudas. ..
Y es ahí cuando DEBES desnudarte,
DEBES quitarte de a una esas capas de óxido,
que entristecen,
DEBES depurarte,
dejar lo salvaje fuera,
hacerte alguna herida intentando subir una montaña,
aguantar un dolor que te recuerda que VIVES!
moverte y revolverlo todo para sacudir el espíritu.
Darle palo a la rutina es una forma de guardar la rebeldía. … DEBES SALIR A SER TÚ!