Que me escape irremediablemente en busca de mi sangre,
de la voluptuosidad que sin esfuerzo ha estado conmigo,
que mi cuerpo nuevamente se irradie de la fuerza misteriosa del Dios Jaguar,
que logre ascender árboles y puede agazaparme para cazar cuando lo necesite,
que no le tema tampoco a mi lado oscuro que me hace formar parte de la manada
y que logre convertirme ágilmente en serpiente cuando deba defenderme,
o calcular con frialdad todo lo que deba hacer para imponerme,
que no le tema a lo nuevo y que daba transformarme en animal nocturno
y no tenga miedo de enfrentarme a lo que la oscuridad pueda darme.
Que todos los días, la fortaleza se deposite en mi garganta
y que mi voz se escuhe como un rugido de león,
que no desmayer porque sin ella parezco menguar.
Yo tengo alas que no se ven,
ojos de buho que permanecen inmóviles para descifrar,
intuición de loba,
movimientos pausados y reflejos prestos que parecen felinos.
Guardo a la naturaleza dentro
y me enfermo cuando no ella no emerge,
esto que llevo me hace salvaje y me llena de instinto...