Un planeta , frío , estrecho , el suelo esta siempre fluctuando , moviéndose , a veces los arenales blancos se levantan con la brisa que me sorprende , viene de vez en cuando , en el centro una flor blanquísima que se confunde con lo que parece ser tierra . Un cuerpo , medio negro , medio blanco , rugoso , posiblemente no hay agua , la piel se le quebranta , tiene huellas , parecen “cicatrices de silencios” que le resaltan, que sobresalen , está como recogido , parece ser semblante de un embarazo de un feto gigante , que no ha llegado a término. Se va incorporando , primero sobresalen los huesos macizos de la escápula , sucumbiendo el silencio que se había sedimentado , suenan y truenan las articulaciones , el cuadro se llena de cabello , lacio , negro , parece una cascada , alguna vez le dijeron que para llenarse debe ser tocado , que nada existe si no es re-conocido , arpa , arpa que es afinada al tacto , vomita nota y deja sentir , un rostro anulado , cuando la ventisca asoma , mueve las largas hebras y se proyectan como rayos miradas que se escapan cuando los párpados que sienten un pegoste terminan venciendo la resistencia y “con dolor se abren”. Parece un jaguar, un animal atado a la tierra pero continuamente trepando ramas quedándose quieto, esperando , aguardando desde las alturas . Está cansado el cuerpo, los pies tienen capas gruesas de piel que palidece por el color blanquizco del suelo, largos caminos a recorrido ... pero cómo? Al levantarse suelta un gemido de dolor que suena salvaje , como si todo hubiese estado tan encajonado dentro de ella mismo que suena , huele y se siente oxidado , se percibe el perfume del moho , de lo rancio, de atrofia y grita para recordar que está atravesada por la muerte y la vida , por un ciclo. Ahora el cuerpo se estremece , trémulo del frío que le ataca , hace que aparezca a su lado otro ser que le imita, es negro , oscuro , alargado , posee la facultad de satirizar al cuerpo y se mueve a su compás , a un mismo ritmo . Se cambia el panorama de pronto de una estrella alguien se fija que hay “algo con vida” en esa esfera vecina. Las manos empiezan a moverse torpemente dibujando un rostro con agujeros llenos y enormes con los que puede absorber lo que está afuera , el tacto llega hasta un hoyo en el centro de que emana un olor que le pertenece , algo acuoso que se siente refrescante y algo cortante para despedazar . Luego los pechos pequeños , redondos , duros porque han servido como escudo y un abdomen que está repleto de mariposas y semillas , guardando una cuna, un nido que no ha sido ocupado , y un bosque de musgo que sangra dolorosamente chorreando coquetamente entre los muslos , las gotas tapizan la tierra , le dan un mate que parece ser vivificante. Y las piernas se van nutriendo , un calor se mueve al ritmo de savia salvaje , hartas están de estar ahora entumecidas , ya han caminado , está asustada , mira a todos lados tratando de encontrar los límites de su planeta , es tan estrecho que apenas ella cabe se tambalea por todos lados el mismo precipicio, de pronto un estrepitoso mareo ... esta cansada de haber caminado .... en círculos.
